sábado, 23 de febrero de 2013

Reencuentro

Aquiles, se aleja por la espesura hasta esconderse para vigilarme mientras realizo el ritual. en esta tierra donde los rayos de Apolo  apenas tocan la tierra por culpa de las montañas erigidas por los titanes, las nieblas y los altos arboles que harían de buen cayado para la tribu de los ciclopes. no me extraña que las gentes de estas tierras tengan esos sentimientos tan oscuros.

Me tiendo boca abajo en la tierra, entierro la cadena de oro en pequeño hoyo en el terreno, y la muerdo, y..... empiezo a ver, a ver quien ha pasado por este terreno, buscando a aquel ser que redujo al santuario de Delfos a ruinas.

Le veo, veo su aura de infernal que le rodea,  su mirada bestial. Sus compañeros de partida, jinetes del averno, miradas retorcidas. Si, han pasado por aquí

. Aquiles, aquel nombrado como el pelida, es mi compañero de viaje, me ayuda a incorporarme, seguimos el rastro hasta un claro del bosque algo apartado del camino

 Me siento en un tocón, mi vista se vuelve borrosa, ante mi, la mujer de la lechuza se aparece ....

1 comentario:

José Alfonso Pérez Martínez dijo...

Está muy guapo, Antonio! Aunque vi un fallito. Se escribe "a incorporarme"